Estás en el justo centro. No hay nadie contigo, y no estás solo.
Estar en el justo centro es estar a salvo. Nadie mas que tú puede estar allí, nadie mas que tú puede llegar hasta allí. Las hordas quedan afuera, desconcertadas; una valla infranqueable, incomprensible, les impide llegar. La maledicencia, el odio, la envidia, todo queda afuera. Tú, solo tú, que no es poco, estás en el centro, el justo centro. El torso recto, la mente sin ruido, en paz, en felicidad, en contacto, completamente a salvo. Terremotos, maremotos, gritos, golpes, ruido, todo el ruido, están afuera, no te encuentran porque no saben a quien buscan. Tú estás solo, en el justo centro.
Una vaga sonrisa se dibuja en tu rostro.
A. Cipriani.
Monday, April 17, 2006
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